sábado, enero 07, 2006

Cinco siglos de prohibición del arcoiris en el cielo americano: Eduardo Galeano





Cururú, sapo mitológico guaraní
Por Eduardo Galeano
El Descubrimiento: el 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo. Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova, trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su diario del Descubrimiento, el almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor. Él no podía cansar los ojos de ver tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de noviembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó. Colón creyó que Haití era Japón y que Cuba era China, y creyó que los habitantes de China y Japón eran indios de la India; pero en eso no se equivocó.
Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso.
Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de racismo, no las ve. El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón escribió en su diario que él quería llevarse algunos indios a España para que aprendan a hablar ("que deprendan fablar"). Cinco siglos después, el 12 de octubre de 1989, en una corte de justicia de los Estados Unidos, un indio mixteco fue considerado retardado mental ("mentally retarded") porque no hablaba correctamente la lengua castellana. Ladislao Pastrana, mexicano de Oaxaca, bracero ilegal en los campos de California, iba a ser encerrado de por vida en un asilo público. Pastrana no se entendía con la intérprete española y el psicólogo diagnosticó un claro déficit intelectual. Finalmente, los antropólogos aclararon la situación: Pastrana se expresaba perfectamente en su lengua, la lengua mixteca, que hablan los indios herederos de una alta cultura que tiene más de dos mil años de antigüedad.
El Paraguay habla guaraní. Un caso único en la historia universal: la lengua de los indios, lengua de los vencidos, es el idioma nacional unánime. Y sin embargo, la mayoría de los paraguayos opina, según las encuestas, que quienes no entienden español son como animales. De cada dos peruanos, uno es indio, y la Constitución de Perú dice que el quechua es un idioma tan oficial como el español. La Constitución lo dice, pero la realidad no lo oye. El Perú trata a los indios como África del Sur trata a los negros. El español es el único idioma que se enseña en las escuelas y el único que entienden los jueces y los policías y los funcionarios. (El español no es el único idioma de la televisión, porque la televisión también habla inglés.)
Hace cinco años, los funcionarios del Registro Civil de las Personas, en la ciudad de Buenos Aires, se negaron a inscribir el nacimiento de un niño. Los padres, indígenas de la provincia de Jujuy, querían que su hijo se llamara Qori Wamancha, un nombre de su lengua. El Registro argentino no lo aceptó por ser nombre extranjero.
Los indios de las Américas viven exiliados en su propia tierra. El lenguaje no es una señal de identidad, sino una marca de maldición. No los distingue: los delata. Cuando un indio renuncia a su lengua, empieza a civilizarse. ¿Empieza a civilizarse o empieza a suicidarse?
Cuando yo era niño, en las escuelas del Uruguay nos enseñaban que el país se había salvado del problema indígena gracias a los generales que en el siglo pasado exterminaron a los últimos charrúas.El problema indígena: los primeros americanos, los verdaderos descubridores de América, son un problema. Y para que el problema deje de ser un problema, es preciso que los indios dejen de ser indios. Borrarlos del mapa o borrarles el alma, aniquilarlos o asimilarlos: el genocidio o el otrocidio.
En diciembre de 1976, el ministro del Interior del Brasil anunció, triunfal, que el problema indígena quedará completamente resuelto al final del siglo veinte: todos los indios estarán, para entonces, debidamente integrados a la sociedad brasileña, y ya no serán indios. El ministro explicó que el organismo oficialmente destinado a su protección (FUNAI, Fundacao Nacional do Indio) se encargará de civilizarlos, o sea: se encargará de desaparecerlos. Las balas, la dinamita, las ofrendas de comida envenenada, la contaminación de los ríos, la devastación de los bosques y la difusión de virus y bacterias desconocidos por los indios, han acompañado la invasión de la Amazonia por las empresas ansiosas de minerales y madera y todo lo demás. Pero la larga y feroz embestida no ha bastado. La domesticación de los indios sobrevivientes, que los rescata de la barbarie, es también un arma imprescindible para despejar de obstáculos el camino de la conquista.
Matar al indio y salvar al hombre, aconsejaba el piadoso coronel norteamericano Henry Pratt. Y muchos años después, el novelista peruano Mario Vargas Llosa explica que no hay más remedio que modernizar a los indios, aunque haya que sacrificar sus culturas, para salvarlos del hambre y la miseria. La salvación condena a los indios a trabajar de sol a sol en minas y plantaciones, a cambio de jornales que no alcanzan para comprar una lata de comida para perros. Salvar a los indios también consiste en romper sus refugios comunitarios y arrojarlos a las canteras de mano de obra barata en la violenta intemperie de las ciudades, donde cambian de lengua y de nombre y de vestido y terminan siendo mendigos y borrachos y putas de burdel. O salvar a los indios consiste en ponerles uniforme y mandarlos, fusil al hombro, a matar a otros indios o a morir defendiendo al sistema que los niega. Al fin y al cabo, los indios son buena carne de cañón: de los 25 mil indios norteamericanos enviados a la segunda guerra mundial, murieron 10 mil.
El 16 de diciembre de 1492, Colón lo había anunciado en su diario: los indios sirven para les mandar y les hacer trabajar, sembrar y hacer todo lo que fuere menester y que hagan villas y se enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres. Secuestro de los brazos, robo del alma: para nombrar esta operación, en toda América se usa, desde los tiempos coloniales, el verbo reducir. El indio salvado es el indio reducido. Se reduce hasta desaparecer: vaciado de sí, es un no-indio, y es nadie.
El shamán de los indios chamacocos, de Paraguay, canta a las estrellas, a las arañas y a la loca Totila, que deambula por los bosques y llora. Y canta lo que le cuenta el martín pescador: -No sufras hambre, no sufras sed. Súbete a mis alas y comeremos peces del río y beberemos el viento. Y canta lo que le cuenta la neblina: -Vengo a cortar la helada, para que tu pueblo no sufra frío. Y canta lo que le cuentan los caballos del cielo: -Ensíllanos y vamos en busca de la lluvia. Pero los misioneros de una secta evangélica han obligado al chamán a dejar sus plumas y sus sonajas y sus cánticos, por ser cosas del Diablo; y él ya no puede curar las mordeduras de víboras, ni traer la lluvia en tiempos de sequía, ni volar sobre la tierra para cantar lo que ve.
En una entrevista con Ticio Escobar, el shamán dice: Dejo de cantar y me enfermo. Mis sueños no saben adónde ir y me atormentan. Estoy viejo, estoy lastimado. Al final, ¿de qué me sirve renegar de lo mío? El shamán lo dice en 1986. En 1614, el arzobispo de Lima había mandado quemar todas las quenas y demas instrumentos de música de los indios, y había prohibido todas sus danzas y cantos y ceremonias para que el demonio no pueda continuar ejerciendo sus engaños. Y en 1625, el oidor de la Real Audiencia de Guatemala había prohibido las danzas y cantos y ceremonias de los indios, bajo pena de cien azotes, porque en ellas tienen pacto con los demonios.
Para despojar a los indios de su libertad y de sus bienes, se despoja a los indios de sus símbolos de identidad. Se les prohíbe cantar y danzar y soñar a sus dioses, aunque ellos habían sido por sus dioses cantados y danzados y soñados en el lejano día de la Creación. Desde los frailes y funcionarios del reino colonial, hasta los misioneros de las sectas norteamericanas que hoy proliferan en América Latina, se crucifica a los indios en nombre de Cristo: para salvarlos del infierno, hay que evangelizar a los paganos idólatras. Se usa al Dios de los cristianos como coartada para el saqueo.
El arzobispo Desmond Tutu se refiere al África, pero también vale para América: -Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.
Los doctores del Estado moderno, en cambio, prefieren la coartada de la ilustración: para salvarlos de las tinieblas, hay que civilizar a los bárbaros ignorantes. Antes y ahora, el racismo convierte al despojo colonial en un acto de justicia. El colonizado es un sub-hombre, capaz de superstición pero incapaz de religión, capaz de folclore pero incapaz de cultura: el sub-hombre merece trato subhumano, y su escaso valor corresponde al bajo precio de los frutos de su trabajo. El racismo legitima la rapiña colonial y neocolonial, todo a lo largo de los siglos y de los diversos niveles de sus humillaciones sucesivas. América Latina trata a sus indios como las grandes potencias tratan a América Latina.
Gabriel René-Moreno fue el más prestigioso historiador boliviano del siglo pasado. Una de las universidades de Bolivia lleva su nombre en nuestros días. Este prócer de la cultura nacional creía que los indios son asnos, que generan mulos cuando se cruzan con la raza blanca. Él había pesado el cerebro indígena y el cerebro mestizo, que según su balanza pesaban entre cinco, siete y diez onzas menos que el cerebro de raza blanca, y por tanto los consideraba celularmente incapaces de concebir la libertad republicana.
El peruano Ricardo Palma, contemporáneo y colega de Gabriel René- Moreno, escribió que los indios son una raza abyecta y degenerada. Y el argentino Domingo Faustino Sarmiento elogiaba así la larga lucha de los indios araucanos por su libertad: Son más indómitos, lo que quiere decir: animales más reacios, menos aptos para la Civilización y la asimilación europea.
El más feroz racismo de la historia latinoamericana se encuentra en las palabras de los intelectuales más célebres y celebrados de fines del siglo diecinueve y en los actos de los políticos liberales que fundaron el Estado moderno. A veces, ellos eran indios de origen, como Porfirio Díaz, autor de la modernización capitalista de México, que prohibió a los indios caminar por las calles principales y sentarse en las plazas públicas si no cambiaban los calzones de algodón por el pantalón europeo y los huaraches por zapatos.
Eran los tiempos de la articulación al mercado mundial regido por el Imperio Británico, y el desprecio científico por los indios otorgaba impunidad al robo de sus tierras y de sus brazos. El mercado exigía café, pongamos el caso, y el café exigía más tierras y más brazos. Entonces, pongamos por caso, el presidente liberal de Guatemala, Justo Rufino Barrios, hombre de progreso, restablecía el trabajo forzado de la época colonial y regalaba a sus amigos tierras de indios y peones indios en cantidad.
El racismo se expresa con más ciega ferocidad en países como Guatemala, donde los indios siguen siendo porfiada mayoría a pesar de las frecuentes oleadas exterminadoras. En nuestros días, no hay mano de obra peor pagada: los indios mayas reciben 65 centavos de dólar por cortar un quintal de café o de algodón o una tonelada de caña. Los indios no pueden ni plantar maíz sin permiso militar y no pueden moverse sin permiso de trabajo. El ejército organiza el reclutamiento masivo de brazos para las siembras y cosechas de exportación.
En las plantaciones, se usan pesticidas cincuenta veces más tóxicos que el máximo tolerable; la leche de las madres es la más contaminada del mundo occidental. Rigoberta Menchú: su hermano menor, Felipe, y su mejor amiga, María, murieron en la infancia, por causa de los pesticidas rociados desde las avionetas. Felipe murió trabajando en el café. María, en el algodón. A machete y bala, el ejército acabó después con todo el resto de la familia de Rigoberta y con todos los demás miembros de su comunidad. Ella sobrevivió para contarlo. Con alegre impunidad, se reconoce oficialmente que han sido borradas del mapa 440 aldeas indígenas entre 1981 y 1983, a lo largo de una campaña de aniquilación más extensa, que asesinó o desapareció a muchos miles de hombres y de mujeres. La limpieza de la sierra, plan de tierra arrasada, cobró también las vidas de una incontable cantidad de niños.
Los militares guatemaltecos tienen la certeza de que el vicio de la rebelión se transmite por los genes. Una raza inferior, condenada al vicio y a la holgazanería, incapaz de orden y progreso, ¿merece mejor suerte? La violencia institucional, el terrorismo de Estado, se ocupa de despejar las dudas. Los conquistadores ya no usan caparazones de hierro, sino que visten uniformes de la guerra de Vietnam. Y no tienen piel blanca: son mestizos avergonzados de su sangre o indios enrolados a la fuerza y obligados a cometer crímenes que los suicidan. Guatemala desprecia a los indios, Guatemala se autodesprecia. Esta raza inferior había descubierto la cifra cero, mil años antes de que los matemáticos europeos supieran que existía. Y habían conocido la edad del universo, con asombrosa precisión, mil años antes que los astrónomos de nuestro tiempo.
Los mayas siguen siendo viajeros del tiempo: ¿Qué es un hombre en el camino? Tiempo. Ellos ignoraban que el tiempo es dinero, como nos reveló Henry Ford. El tiempo, fundador del espacio, les parece sagrado, como sagrados son su hija, la tierra, y su hijo, el ser humano: como la tierra, como la gente, el tiempo no se puede comprar ni vender. La Civilización sigue haciendo lo posible por sacarlos del error.
http://www.etniasdecolombia.org/periodico_detalle.asp?cid=3109
Relacionados:
http://juancontrerasbustos.blogspot.com/2005/11/de-dnde-venimos-qu-somos-adnde-vamos.html

viernes, enero 06, 2006

Canto para estar contigo



CANTO PARA ESTAR CONTIGO

Canto a los astros que van a nacer
conmigo
canto lo no creado ni creído
abro llaves de arena que sube
fuego que no quema
cuerpos no soñados
imagino monedas que se elevan
aviones arrastrados por gusanos
bolsas vacías
niños que crecen
muertos que viven
ancianos que ríen y andan en bicicleta con banderas
nada pesa
presas liberadas
todos regalan
a nadie engañan
bandidos
vendidos
no pueden con la tersa
el odio no puede con el amor
no estamos condenados
a ser rematados en un mercado persa
canten los que inventan
canten los caídos
los que crean
mundos nuevos
gente imaginaria te está imaginando
Vida saltando en la fiesta de la carne
Liberada
de cesta
de la siesta
de la cierta
de la cerca
el plato que se acerca a tus manos de avena
los campos de trigos humanos
en el viento desertan y danzan
son eternos como mañanas multitudinarias
los obreros encuentran pega y nadie les pega
los patrones no temen y trabajan
las pensiones alcanzan
Salud, hermanos, salud para todos
los saludo sinceramente
somos iguales
no me negaron y no te negué
en el cielo hay tierra y en la tierra cielo
abundan peces
leches y techos
los inviernos nos ven venir y son veranos
las mujeres no sufren con tiranos
nadie tirita ni hay pena
se abren los hospitales
las funerarias cierran
no hay malos
no hay palos
no habrá robos si reparten
nadie partirá
todos nos quedaremos en paz
avanzaremos unidos cantando
todos los pueblos
nacerán
los empleados
los cansados descansarán
los que no han leído serán nóbeles
vendrán los hermanos lapones
nos enseñarán el camino
al progreso y rubios se casarán con morenas
y los hijos que soñamos
correrán libres

Ahora te llamo, te tiendo las manos
ven, ya no estás solo
ven conmigo
las puertas están abiertas
no hay peligro
crucemos al palacio
de estar contigo


Mauricio Otero.
Poeta chileno.

jueves, enero 05, 2006

Las castas en la India y en nuestra "Copia feliz del Edén" and "arround the world"


Las castas en la India, en nuestra "Copia feliz del Edén" and "arround the world"
En nuestros tiempos La sabiduría actual de la India nos habla de que hay cuatro castas en donde se desarrolla la actividad humana, la de los sudras o campesinos y artesanos, la de los vayshas o comerciantes, la de los kshatryas o guerreros y reyes y por último la de los brahmines o sacerdotes; más allá de éstas y fuera del cuerpo social se encuentra la de los parias o intocables.
Con las primeras cuatro se formaría el cuerpo de Brahma, el cuerpo de Dios, el hombre social total en términos para-sociológicos, la de los parias no cuenta.
La mítica Edad de Oro
Si volvemos en el tiempo a la antigua sabiduría de la India, ésta nos dice que en la Edad de Oro- pasada época histórico-mitológica en donde el hombre habría existido en plenitud en el casi mismísimo Paraíso en comunión con el Universo y sus poderes- estas castas habrían permitido el desarrollo armonioso de toda la actividad humana. Las castas no habrían sido en ese idílico mundo un asunto de categoría económica así como lo entendemos hoy; sino exclusivamente de función social, del hacer personal y grupal en contraposición a nuestra "Era de Repúblicas-Hipermercados" en que se divide a los hombres de acuerdo a "la guita" (las monedas) que tengan, en la típica calificación del ABC1, C1, C2, C3, D, E y en la clase XZ-9 en donde se encuentra sin duda el que escribe (obvio, puro jurel en tarro de ese de "tres por luca", un tomate picado y vino en caja que da tiritones)
Es así que en aquel mundo cuasi-perfecto, con todo lo paradisíaco que pudo haber sido, de todas maneras se habrían generado las conductas humanas en base a dos principios claramente diferenciados y que se graficarían más claramente con la imagen de un reloj de arena y su figura de ocho con una angostura que une a los dos círculos que lo conforman.
El reloj de arena del edificio social
La parte superior del reloj de arena siempre disminuye y se vacía de acuerdo a la omnipresente ley de gravedad y la que está en la base siempre acopia y aumenta por igual razón. De la misma manera en el reloj de arena social, en la base se encontrarían las castas de los campesinos-artesanos y comerciantes y en las de arriba, la de los guerreros-reyes y sacerdotes ¿me sigue?
Las dos castas que cimientan él cuerpo social todo lo generan en base al egoísmo, en base al interés propio,"al acopio"; grafica mejor esta situación un refrán usado en China para negociar: "Tú me pides el cielo y yo te doy el suelo" ¿se entiende?
Economía de libre mercado
El mejor comerciante es sin duda aquél que obtiene más y mejores ganancias de sus operaciones comerciales, ¿de dónde viene este excedente?, de negarle por algún método a los otros que forman parte de su sistema de generación de recursos, lo que en un sistema comunitario por ejemplo, sería repartido en partes iguales a cada uno de sus miembros (como en el Paraíso antes que Caín le diera a Abel con la mandíbula de burro en el mate, después de eso partió la libre empresa sin duda).
Come back to Macondo nuevamente: en nuestros propios tiempos, los políticos a su servicio deforman todo el sistema de reglamentación del Estado para que el excedente en favor de los vayshas sea cada vez mayor, de ahí que estos últimos les financien tan alegremente las campañas políticas y luego a esperar que les devuelvan la mano de a poquitos o de a muchitos estos supuestos representantes nuestros, ¿usted cree que es casualidad que nuestro país sea uno de los que ostentan los más altos índices de desigualdad en el mundo?
De ninguna manera, es simplemente porque bajo la óptica del egoísmo del vaysha es lícito "negar al otro en la relación", ese es el secreto. de un buen comerciante y para eso un gasto más en el costo final de su producto será el financiamiento de sus pupilos en el congreso (¿se aprobará alguna vez una Ley sobre Enriquecimiento Ilícito?).
En el caso de nuestro Chile (¿todavía quedará algo sin vender?) los buhoneros se apoderaron de todo y el supuesto éxito nacional entre las naciones es el de un supermercado de barrio eficientemente gerenciado, un edificio social en el que se ha usado como mortero el egoísmo, humanamente es un patético fracaso, económicamente un éxito. Hoy en día en lo práctico, eso se hace por ejemplo controlando el sueldo mínimo (ojalá que sea mínimo, mínimo), reduciendo o acabando con las conquistas sindicales, con las horas extras no pagas y si no te gusta ¡Chao no más! habrá muchos otros giles esperando para ser mis esclavos, perdón, mis empleados y mil y otras argucias de cuasi-asaltantes de camino (sin meternos en el despelote de las universidades pagadas, que eso da para otra historia)
Los sudras o campesinos-artesanos a su vez operan de maneras parecidas en sus campos, talleres y negocios; cuando les va bien se llaman "microempresario", a ese que aguardan por horas los trabajadores en espera de su pago semanal y que muchas veces no llegará hasta la otra, porque se fue de farra por ahí con la plata de sus cuatro peones.
Como las gaviotas
Por aquí por mi tierra, los pescadores nos muestran cada día cómo funciona el sub-sistema del lucro personal: al igual que las gaviotas, se pelean a tirones y picotazos los cada día más disminuidos pescados que logran capturar y en una vorágine de dinero fácil, que les provee de camionetas 4x4 último modelo, casas, tierras y otros bienes, simultáneamente mendigan los proyectos estatales, la atención gratuita en el consultorio y la caja de mercadería entregada por la ayuda social de la municipalidad, sin hablar de la casa construida por subsidio y que arrendarán luego a los turistas en el verano y ojalá también en invierno; si pueden apañar un puesto en la municipalidad para alguno de sus hijos por apoyar en la campaña al candidato de turno la pesca estará excelente y mejora aún más el cuento el que no tributarían directamente de modo alguno, mientras tienen entradas similares al sueldo de cualquier gerente de una gran empresa transnacional. De Ripley.
Ahora si les cuento la historia del alcalde de otro Pelotillehue nacional que hasta el año pasado habría otorgado pensiones asistenciales con el compromiso de que los ancianos beneficiados usaran todo el dinero comprando en el almacén de su hijo ¿no le parece que en vez de alcalde debería llamarse empresario y uno muy bueno sin duda?
Porque de ser un buen negocio ¡pardiez que lo es hijo! Ahora que su nene le daba las mercaderías a los abuelitos, claro que se las daba; ¿pero será lícito beneficiar así a los parientes? De ser legal es legal ¿pero será etico-legal? Alrededor de tres mil pensiones por mes (cada una $ 35.000), por un año, por cuatro años, se pone interesante ¿no? Y eso que es un ratón de pueblo chico no más. "¡Más mejor!" vuelvo a la Época Dorada.
Seguimos:
más allá del "anillo del egoísmo" (en donde se une el círculo de abajo con el de arriba), en la parte superior del reloj de arena social, habríamos tenido a los guerreros-reyes y a los sacerdotes, ellos todo lo habrían generado en base al desapego y a la renuncia, para ellos su felicidad habría sido el cumplimiento de su "dharma", de su deber, suena que eran medio raros ¿no? (¿raros empieza con h...? )
En nuestra propia historia nacional don Arturo Prat Chacón es un ejemplo claro de esta actitud del cumplimiento del dharma; sin duda alguna él fue un kshatrya de la mejor ley. Más allá de la imagen acartonada que nos da la historia oficial, su vida es digna de conocerse y valorarla en su justa medida por todos nosotros ¿cuantos Prats tenemos hoy en Chile?
Don Bernardo O´Higgins y don José de San Martín, marcharon al exilio sin un peso luego de haber forjado a nuestras naciones, cumplieron su "dharma" y desaparecieron...¡que grandes que fueron!
Si recorremos la historia de nuestros vecinos encontraremos a muchos más que fueron fenomenales al respecto: el venezolano Simón Rodríguez (quien también estuvo en Chile), Artigas y tantos otros...ya me acordé de uno quien vivió hace poquitos años: el Padre Hurtado y su obra social del Hogar de Cristo.
Cuentan que así fue en la Edad de Oro..., más allá de la época histórica, se sumerge su recuerdo en la leyenda; sin embargo la división de los hombres en castas ha permanecido hasta nuestros días, siguen existiendo los campesinos-artesanos, los comerciantes-empresarios, los guerreros-soldados –presidentes y los sacerdotes; pero a mi modo de ver y de acuerdo a la experiencia colectiva de los últimos cientos de años nuestra cultura mundial y nacional está regida actualmente por la óptica de los vayshas, por la casta de los mercaderes, banqueros, empresarios y mercachifles varios.
Son ellos los que ponen la tapa y le cortan el tiraje a la chimenea social, al reloj de arena social. A partir de ellos y de su visión del mundo se organizan las otras, son ellos los que ponen el telón de fondo donde se generan las sub-castas, tenemos entonces que podríamos nombrarlas como sudras-comerciantes, vayshas-comerciantes, kshatryas -comerciantes y brahmines-comerciantes.
Nuestras culturas y la nuestra en particular son culturas del dinero, del egoísmo y es natural que a sistemas como éstos no se les pueda pedir más que "la negación del otro en la relación".
Educación del y para el dinero, medicina del y para el dinero, cultura del y para el dinero, deporte idem y todas las actividades humanas generadas en base a este parámetro.
Vivimos casi sub-humanamente en la base del reloj de arena, con el tapón de los mercachifles y buhoneros sobre nuestras cabezas, con la atmósfera viciada por sus chimeneas y su depredación, su pequeñez, su cultura del Cartier, sus viajes a ninguna parte a paraísos de plástico, alucinados por el Becerro de Oro y su culto en el que sus devotos: brahmines, kshatryas, vayshas y sudras disfrutan de su protección; allá lejos, bajo los puentes, vendiendo helados en las micros, en las calles, en los rincones escribiendo boludeces vivimos nosotros los parias.
Dicen que en la Edad de Oro, el hombre-dios vivía en el Paraíso; ninguno en especial; todos y cada uno plenos de sabiduría , en comunicación directa con los poderes y las posibilidades infinitas del Universo.
Cuentan que en un momento del tiempo nos quedamos dormidos, se produjo "La Caída" y ya no recordamos nunca más quiénes éramos, habría comenzado entonces el Kali-Yuga, la oscura Edad del Hierro en donde "la iniquidad será la norma", en donde "el culto al dinero corromperá a todos los hombres", "en donde los padres venderán a sus hijos..", perdimos al y el centro de todo, a nuestro propio centro, el "Corazón Compasivo", la única real posibilidad humana: "la compasión", la que nos hermana a todos los seres y todo se nos fue a la cresta...
Una historia que desde la mitología nos da una respuesta para nuestro mundo actual, nos explica la razón de lo que nos sucede y nos dice que vendrán tiempos mejores, que este estado de cosas no durará para siempre...
Algunos han pretendido apurar el proceso o por lo menos aliviar en parte las duras condiciones actuales de la humanidad, como Los Libertadores por ejemplo; en tiempos más modernos Ernesto Guevara de la Serna y otros; sin embargo habría otro método aún más efectivo para producir cambios reales y duraderos, el método de la "consciencia", el que por medio de ampliar la mirada colectiva, "el enfoque", generaría nuevas realidades, nuevos sistemas inerciales, nuevos tiempos, nueva masa-tiempo; aparentemente no tendría potencia o muy poca, pero se ha escrito:
"La pluma es más poderosa que la espada" y más poderosa que ésta es la "consciencia".
Dicen que en la Edad de Oro los kshatryas y los brahmines habrían sido felices al cumplir con su "dharma"; ¿para qué habrían regateado los kshatryas-guerreros-reyes si ellos con la fuerza de su brazo habrían conquistado la tierra entera si fuese su voluntad o conquistado el Universo entero con su mente los brahmines-sacerdotes...?
¿Por qué no lo habrían hecho?
Es simple, porque estaban hechos para servir al cuerpo social, esa habría sido su felicidad....
¿Cómo saber hoy en día quién es quién?: sin duda puede reconocérselos a través de su recto cumplimiento del deber y por su dinero, su egoísmo y sus Cartier de veras o de imitación a los vayshas y a los sudras.
En estos días en que se discute acerca de la conveniencia de que parientes y amigos del presidente hagan negocios con el Estado, en que se discute sobre la fortuna del anciano jerarca y su familia, en que se ve que el famoso pronunciamiento patriótico habría sido en verdad sólo para agarrar su parte de la torta como cualquier banda de cuatreros, en que los políticos antiguos y modernos y sus familias son dueños de las empresas y/o miembros de sus directorios pasando en dos o tres generaciones de pobres a magnates, en que las municipalidades son cuevas de Alí-Babá, en un país donde cada cosa es pagada o negociada: avenidas, cursos de agua y ya pronto sin duda alguna se pondrá un Tag por respirar a cada niño que nazca, existe para cada uno de nosotros la opción de la renuncia y el desapego, la opción que nos permitiría (si la tomáramos) seguir "El Camino", el "do" de las artes de Oriente....para cultivar el camino del kshatrya o del brahmín...se destaparía la chimenea y todo funcionaría otra vez normalmente y el panadero iría a sus pasteles y el buhonero a sus baratijas; pero ya no estarían en el senado, tampoco en la casa de gobierno, ni en los tribunales, ni en las municipalidades, sino en sus actividades lícitas de vayshas y sudras, se generarían bases estables para refundar a la República y el ciudadano sería el objetivo último del Estado.
Dicen que aún existía una posibilidad ulterior en la Edad de Oro, ir más allá de las castas; pero eso es algo que sólo podemos suponer que existió...difícilmente sepamos cómo se vive el mundo desde ese estar.
En la plenitud del Kali-Yuga: "los padres venderán a sus hijos..."; me hizo recordar esta profecía a Michael Jackson y a Lavanderos y sus ciento cincuenta millones...
No va más, me voy a preparar un mate con mi yerba Taragüi (va gratis el avisito) y en el PC se escucha a Rubén Blades y Maná.
P.D. Mi preferido es Joda Master...
Desde Curanipe Juan
Otro P.D: se me había olvidado la jueza Grimberg Letelier, esa de los cabros chicos y el juzgado de menores super-express con sus ¡¿cuantas causas eran? ¡¿800, 900 o 1500 en 48 horas? ¡Se fijó en la casita que se apañó? ¡Y los supremos le habían puesto nota sobresaliente y puesto en el juzgado de familia!...¡que tatitas tan despistados! ¿no?!...¿cómo andarán ellos si se les investiga?
No hay que olvidar que ella es una juez de un juzgadito no más. ¿Qué pasará con la asociación ilícita que habría detrás para permitirle que haga sus gracias? porque solita no pudo hacerlas...¿no cree usted? ¿Y la secta judicial esa de la Alejandra Matus?¿y la responsabilidad funcionaria?
No hay que olvidar que todos ellos estarían violando los Derechos Humanos garantizados de sus supuestas víctimas, la Constitución Nacional, la Declaración de Derechos del Niño...y el Sename ¿en dónde está? ¿O a nadie le importa un carajo todo eso?
"Difícil cosa es vivir en tiempos de democracias vayshas jóvenes "padawanes", el Emperador, los Sith y sus acólitos se han apoderado de la República y los Jedis fueron exterminados...despierta joven Luke...hay que restablecer el equilibrio de la Fuerza y sólo tú puedes hacerlo..." ¡¡¡VOTA NO!! ¡¡¡CHILE, LA ALEGRÍA YA VIENE...!!!...
¡Uyyy, ya me agarró el alzheimer, verdad que estamos a casi veinte años después!!!
Se requiere:
*Ley de Enriquecimiento Ilícito
*Ley de Responsabilidad Funcionaria
*Ley de Control de Sectas
P.D.
Episodio III: pa´mí que el rayo-trueno del otro día que le cayó arriba a don Lakes en medio del discurso, fue para que no se olvide que los emperadores también deben responderle al Pulento...
P.D. Episodio IV: "Los emperadores pasan y los bufones permanecemos"
Publicado en: Panorama Cultural, Suecia-23.06.05